Historia de la flor noche buena

Historia de la flor noche buena

Sabemos que la navidad llega cuando vemos todas las calles llenas de luces e infinidad de decoraciones decembrinas, pero dentro de nuestras muchas tradiciones mexicanas también destaca adornar las casas con una flor en especial: la nochebuena.

 

Su increíble belleza y color rojo tan vibrante son tan distintivos que cada que pensamos en la navidad su imagen se nos viene a la mente. De ahí que, una vez que llega el invierno, infinidad de florerías en Guadalajara se pintan de rojo para dar la bienvenida a la navidad con esta hermosa flor.

 

Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es la historia detrás de la noche buena y por qué se ha convertido en una flor tan arraigada en nuestras celebraciones navideñas? Más allá de su distintivo nombre, la nochebuena tiene un origen que se remonta a los antiguos rituales aztecas en México, ¡sigue leyendo y descubre de qué estamos hablando!

1.- Orígenes de la flor noche buena

La historia de la flor noche buena se remonta a la época prehispánica en México, donde los aztecas consideraban esta planta como sagrada. Su nombre en náhuatl es  “Cuetlaxóchitl”, que significa “flor de cuero”, originalmente no sólo era utilizada con fines decorativos sino también medicinales, además que los aztecas solían emplearla en diversas ceremonias religiosas, ya que tenía un profundo significado en sus rituales y prácticas espirituales.

 

La llegada del solsticio de invierno tenía un significado muy especial dentro de las tradiciones aztecas, por ello durante su celebración del solsticio adornaban sus hogares y templos con flores de nochebuena. Todos los lugares se llenaban de este peculiar y tan distintivo color rojo, simbolizando así la renovación de la vida y la llegada de días más luminosos después del frío invierno.

 

Dentro de la cosmovisión azteca, el rojo evocaba la idea de la esperanza y de un nuevo comienzo. Por ello, para esta cultura la nochebuena más que una simple flor o planta, era la promesa de la vida renovada, de un nuevo comienzo.

2.- Conexión de la flor noche buena con la navidad

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI al antiguo México, la flor de cuetlaxóchitl tuvo un cambio significativo en su simbolismo. Los conquistadores vieron en esta planta una oportunidad para fusionar las creencias indígenas con la nueva fe cristiana que intentaban instaurar en nuestro país.

 

Así, los españoles le dieron el nuevo nombre de “Nochebuena” y utilizaron esta flor como un símbolo para explicar la historia del nacimiento de Jesús. Según esta nueva ideología, el color rojo intenso de las brácteas de la noche buena simbolizaban la sangre de Cristo, mientras que la forma de la flor asemejaba a una estrella, recordando la estrella de Belén que guió a los Reyes Magos hasta el lugar donde nació Jesús.

3.- La flor nochebuena en la celebración de la navidad

Desde entonces, la nochebuena no sólo se convirtió en un símbolo religioso, sino que también se integró de manera significativa en las tradiciones navideñas en México. De ahí que es tan común que, durante la víspera de la navidad, tanto florerías en CDMX como infinidad de familias mexicanas adornen su hogar con esta hermosa flor. ¿Sabías que incluso existe el Día Nacional de la Flor Nochebuena? Éste se celebra en México cada 8 de diciembre.

 

En el ámbito intencional, a partir del siglo XIX la nochebuena comenzó a ganar bastante popularidad fuera de México, después de que el embajador estadounidense Joel Poinsett decidiera llevar algunas nochebuenas a Carolina del Sur en 1828, donde las plantas se adaptaron al clima y empezaron a llamar la atención de todos.

 

A partir de ahí, la nochebuena fue llevada a distintas partes de Europa y demás partes del mundo. Su simbolismo se extendió por todo el mundo, convirtiéndose en un elemento esencial de la decoración navideña, además se ha retomado su significado original, simbolizando el fin del año y el comienzo de uno nuevo.

 

Como te diste cuenta, la historia de la flor nochebuena es una fascinante mezcla de tradiciones indígenas e influencias coloniales. Pero, más allá de su papel como una simple flor decorativa, la nochebuena es un recordatorio de nuestra rica historia como mexicanos, y de lo increíble que son las tradiciones para reunir a las personas en celebración.


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