Origen del tradicional ramo de novia

 

 

 

 

Origen del tradicional ramo de novia

El ramo de novia es uno de los elementos más emblemáticos ya que, más allá de ser más que un simple accesorio, este arreglo de flores ha evolucionado a lo largo de la historia, adaptándose a diferentes tradiciones y creencias.

Hoy en día, encontrar el ramo perfecto es una tarea fundamental para muchas novias, lo que ha llevado a que las florerías en CDMX ofrezcan un sinfín de opciones personalizadas para cada estilo y preferencia.

Su no solo responde a una cuestión de moda, sino que también refleja la personalidad y los sentimientos de la novia. Muchas flores tienen significados especiales, lo que permite que el ramo comunique mensajes de amor, felicidad o buenos deseos para la nueva etapa de la pareja.

Cada época ha aportado nuevos significados y estilos, creando una tradición rica y variada que sigue vigente en la actualidad. Pero, ¿de dónde proviene en realidad esta costumbre y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo? A continuación te lo contaremos.

Los primeros vestigios del ramo de novia.

El uso de flores en ceremonias matrimoniales se remonta a civilizaciones antiguas como la egipcia, la griega y la romana. En estas culturas, las novias portaban ramos de hierbas aromáticas, como el eneldo y el tomillo, con el propósito de alejar los malos espíritus y atraer la buena fortuna.

Asimismo, en el Antiguo Egipto, las flores también se consideraban símbolos de fertilidad y renacimiento, al igual que las flores en las ceremonias hindúes en la actualidad, por lo que su presencia en las bodas era un augurio de prosperidad para la pareja.

En la Grecia Clásica, las novias llevaban coronas de laurel o ramos de hiedra, representando la fidelidad y la unificación del matrimonio. Mientras tanto, en la Roma antigua era común que las novias incorporaran ajos y otras hierbas de fuerte aroma a sus ramos, ya que se creía que protegían contra el mal de ojo y garantizaban una vida conyugal armoniosa.

Evolución del ramo de novia

A medida que las sociedades evolucionaban, también lo hacía el simbolismo y la composición del ramo de novia. Con el paso del tiempo, se dejó atrás el uso de hierbas aromáticas y elementos de protección para dar paso a arreglos más elaborados y cargados de estética.

Edad Media

Durante la Edad Media, el matrimonio fue visto como una institución religiosa y política, por lo que las bodas solían ser eventos públicos de gran importancia. Aquí se mantenía la creencia de que las flores y hierbas tenían poderes protectores, y las novias portaban ramos que incluían lavanda, romero y azahar, esta última asociada con la pureza y la castidad.

El azahar se volvió especialmente popular en esta época debido a su fragancia suave y su simbolismo de juventud e inocencia. Además, se empezó a considerar que el ramo de novia no solo protegía a la pareja, sino que también era un símbolo de buenos deseos para su futuro juntos.

Renacimiento y Barroco

Con el Renacimiento y el Barroco, las bodas comenzaron a adquirir un carácter más lujoso y ornamentado, por lo que las flores dejaron de tener solo un significado protector y adquirieron un valor estético más marcado. Es así que las novias de la aristocracia europea llevaban ramos de gran elaboración, con combinaciones de flores exóticas y detalles en perlas y encajes.

Siglo XIX

Como vimos en "El papel de las flores en la literatura", el siglo XIX trajo consigo la popularización del "lenguaje de las flores", mejor conocido como floriografía. Durante la era victoriana, las flores adquirieron un significado mucho más detallado y preciso, permitiendo que los ramos de novia se convirtieran en mensajes codificados de amor y buenos deseos.

El ramo de novia en la actualidad

En la actualidad, el ramo de novia ha evolucionado más allá de sus significados históricos y culturales para convertirse en una expresión de estilo y personalidad. Las novias modernas eligen sus ramos basándose en criterios estéticos, preferencias personales y tendencias contemporáneas.

Hoy en día, existen múltiples estilos de ramos de novia que van desde los clásicos ramos redondos hasta diseños más desenfadados como ramos silvestres o asimétricos. También se ha popularizado el uso de ramos artificiales, elaborados con flores preservadas o de tela, que ofrecen una opción duradera y libre de mantenimiento si se desea conservar el ramo como recuerdo.

En cuanto a la paleta de colores, las tendencias actuales han ampliado las opciones más allá del blanco tradicional. Tonos vívidos como el fucsia, naranja y amarillo han ganado popularidad, permitiendo que las novias experimenten con combinaciones más atrevidas y personalizadas.

Como hemos visto, el ramo de novia ha recorrido un largo camino desde sus inicios en la antigüedad hasta su versión moderna. Lo que comenzó como un amuleto de protección ha evolucionado en un accesorio que refleja el estilo, la personalidad y los valores de cada novia.

Aunque los tiempos han cambiado, la esencia del ramo de novia como símbolo de amor y buenos deseos sigue vigente. Esta tradición, que ha perdurado por siglos, continuará siendo un elemento indispensable en las bodas, combinando historia, cultura y belleza en un solo detalle.