Flores, rituales y dioses: simbolismo de las flores en los rituales azteca

Flores, rituales y dioses: simbolismo de las flores en los rituales azteca

Como hemos visto en otros apartados, las flores han sido símbolo de vida, belleza y espiritualidad en diferentes culturas. En la antigua civilización azteca, por ejemplo, las flores no solo embellecían las ceremonias, sino que formaban una parte esencial de sus rituales religiosos y cotidianos.

Para ellos, las flores eran una extensión de la tierra y los dioses, representando la conexión entre lo humano y lo divino. De este modo, la presencia de estas flores en las festividades y ofrendas reflejaba la creencia en el poder de la naturaleza para comunicar con las deidades y guiar las almas de los muertos.

Cada especie tenía un propósito específico en las ceremonias, ya fuese para invocar la protección de una deidad, honrar la memoria de los muertos o garantizar la fertilidad de las cosechas.

Algunas de las flores típicas de México que se implementaban en estos rituales aún se cultivan y se utilizan en tradiciones modernas, como el cempasúchil, quedando arraigadas en nuestra cultura como un símbolo de conexión con el mundo espiritual y ancestral.

Las flores en la cosmovisión azteca

Primeramente, para los aztecas, el uso de flores en los rituales estaba impregnado de simbolismo. Representaban la vida que ofrecían a las deidades como una manera de asegurar su favor y protección, de modo que, cada una de estas flores tenía distintos significados dependiendo de su color, forma e, inclusive, se creía que algunas especies estaban directamente vinculadas a ciertas deidades.

En este sentido, ya sea como ofrenda o como símbolo, la elección de la flor dependía de la deidad a la que se le rendía tributo, así como del propósito del ritual:

1.- Cempasúchil

El cempasúchil, también conocida como la “flor de los muertos”, es quizá una de las flores más representativas en la tradición cultural mexicana. Desde la época del imperio Azteca, esta flor ha sido considerada una guía para los espíritus en su viaje al Mictlán.

Se utilizaba en rituales funerarios y para rendir homenaje a los muertos pues se creía que gracias a su color, que asimilaba al sol, guiaban a los difuntos en su camino hacia el más allá. De la misma manera, se implementaba como ofrenda a Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, los señores del inframundo, simbolizando la ligada dualidad entre la vida y la muerte.

En la actualidad se sigue utilizando para los altares en el Día de muertos, siendo muy fácil de conseguir en cualquier mercado o florerías en CDMX y en todo el país, al comenzar el otoño.

2.- Flor de cacao

El cacao no solo era de gran importancia dentro de la economía y la alimentación del pueblo azteca, sino que también tenía una gran carga ritual y espiritual. Esta planta, considerada un regalo de los dioses, estaba vinculada con Xochiquétzal, diosa de la belleza, amor y fertilidad. Sus flores se utilizaban en ofrendas para asegurar la prosperidad el las cosechas y la fertilidad en la tierra.

Asimismo, las semillas se utilizaban por los sacerdotes en los rituales para preparar una bebida que era ofrecida a los dioses como tributo y respeto, así como símbolo de riqueza y poder.

3.- Amaranto

El amaranto fue una de las plantas más veneradas por los aztecas debido a su alto valor nutricional y asimilación simbólica con la vida y la abundancia. Éste se utilizaba en los rituales teofágicos en los que se creaban figuras de los dioses para después ser consumidas por los participantes de las ceremonias, en un acto de comunión con las deidades.

Este grano, considerado sagrado, estaba particularmente asociado con Huitzilopochtli, el dios de la guerra, a quien se le ofrecían estas figuras en los rituales de sacrificio, representando la fuerza del pueblo azteca, por lo que su cultivo y consumo estaba ligado a la bendición de los dioses.

4.- Pericón

Por otro lado, el pericón, también conocido como yerbanís, tenía un lugar muy especial en los rituales aztecas, especialmente en aquellos relacionados con la protección y la purificación, se utilizaba en ceremonias a los malos espíritus y atraer la salud a las personas.

Los aztecas quemaban esta flor como incienso durante las ceremonias religiosas para purificar los espacios sagrados ya que se creía que su aroma tenía propiedades espirituales que podían atraer a los dioses y ahuyentar energías negativas.

Flores en la ofrenda ritual

De la misma manera, las flores ocupaban un papel indispensable en las ofrendas rituales en la vida religiosa del pueblo azteca. Las flores no solo fungían como ornamento dentro de la ofrenda, sino que muchas veces estas eran parte central o, inclusive, constituían la ofrenda en su totalidad.

Dichas flores se ofrecían tanto a los dioses como a los antepasados, colocándose de manera simbólica en donde se creaba un “puente” entre el mundo terrenal y el espiritual, y representando devoción y respeto.

Además de su uso en las ofrendas, las flores también se empleaban en ceremonias de sacrificio, en las que acompañaban a los corazones humanos y otros objetos sagrados que se ofrecían a los dioses en busca de su acojo.

Las flores como símbolo de vida, muerte y renacimiento

Como se mencionó anteriormente, en la cosmovisión azteca, cada flor implementada en los rituales y ofrendas tenía una función específica pero, habitualmente, todas simbolizaban el ciclo perpetuo de la vida, la muerte y el renacimiento. Esta noción estaba profundamente arraigada con su religión, donde la muerte no era el final de la vida, sino una etapa más de nuestra estancia en el universo.

Estas plantas no solo alimentaban físicamente a la población, sino que también nutrían espiritualmente a los aztecas, quienes veían en ellas la manifestación de la energía divina que fluía constantemente entre la vida y la muerte.

En definitiva, el simbolismo de las flores dentro de los rituales azteca refleja la profunda conexión que esta cultura tenía con la naturaleza, así como su percepción de la vida y la muerte, donde implementaban las flores como vehículo de comunicación espiritual.

Estos elementos, desde la elección del tipo de flor hasta la alineación cuidadosamente acomodada, hoy en día se aprecian como parte de tradiciones y festividades populares, sin embargo, tuvieron en su momento un significado místico y trascendental.

En la actualidad, el simbolismo de las flores en la cultura mexicana, especialmente durante el Día de Muertos, las flores siguen siendo ofrendas de vida, muerte y renacimiento, conectando el presente con el pasado, y manteniendo viva una tradición que sigue floreciendo. Para mayor información recuerda visitar nuestro blog.